Inauguramos la sección de conciertos con este festival de invierno, en el que estuvimos presentes Henry Warrimord y yo. Hablamos de su edición madrileña en la que estuvieron presentes, The Noises, Second, Christina Rosenvinge, Iván Ferreiro, Love of lesbian y Amaral.
Los festivales son para el verano no nos vamos a engañar, pero como toda novedad tiene ese algo que te atrae, y no era para menos viendo el cartel. El concierto fue de menos a más, como la afluencia del público que pareció olvidarse de unos The Noises y Second que dejaron el pabellón más frío de lo que estaba. No fue culpa suya, a parte del desconocimiento del público, su equipo de sonido más que el de un grupo profesional parecía el de un coro parroquial. Aún así, Second dejó buenos momentos con canciones como NADA o Psicopático.
Christina Rosenvinge llegó en este ambiente sin hacer mucho ruido, su concierto al igual que su música, destaca más en pequeñas salas que en grandes escenarios, por lo que el público ya apagado de por sí no le dedicó más que unos respetuosos aplausos.
Entre pitos y flautas el concierto llegó al ecuador con un gran nerviosismo por parte del público que sabía que los ases estaban a punto de aparecer. Iván Ferreiro se dedicó una presentación a lo caballero Jedi que deslució un poco su actuacíon. No sabia dónde colocarse, al piano lograba un sonido perfecto, pero el público se le dormía, mientras que bailando no se le conseguía entender. En mitad de su actuación apareció Santi Balmes para cantar a duo El equilibrio es imposible, canción que cambió por completo el rumbo del concierto de Ferreiro, que sacó su repertorio de los Piratas para deleitar a un público entregado a su música.
Después de su actuación, le llegó el turno a Love of lesbian, que iniciaron con su Club de fans de John Boy un concierto breve pero intenso, cargado de singles de 1999. No hubo grandes bajones en su actuación, ya que quemaron todas sus grandes canciones en un momento. Santi le devolvió el favor a Ferreiro y juntos cantaron 1999, con la que el público enloqueció.
Por último, el plato fuerte del concierto, Amaral, que dejó al público impactado ya desde su presentación, menos espectacular que la de Ferreiro, pero original y bonita hasta decir basta. Los zaragozanos, aparecieron en el escenario mientras sonaba All tomorrow's parties de The Velvet Underground. En su actuación, impecable de principio a fin, recorrieron su último disco y tocaron algunos temas clásicos como Kamikaze o Estrella de mar. Un recital musical acompañado de una de las mejores voces que se pueden escuchar en la actualidad, la de Eva Amaral. Conviene advertir que el equipo de sonido de Amaral fue mucho mejor que el del resto de artistas, por motivos que aún se desconocen. Si Amaral hubiese sonado como The Noises más de uno hubiese reclamado la devolución del importe de su entrada. El concierto, que debió haber terminado en éxtasis con Revolución, se alargó más de la cuenta por la promesa de Eva de tocar su último disco integro, lo que la honra aún más si cabe.
En general un gran concierto de música, más allá de artistas o gustos, esperemos que este festival, por llamarlo de alguna manera, vuelva este año con más artistas conocidos y por conocer.
Próximamente: Russian Red.